Más Que Cole

Más Que Cole
C/ Jorge Guillén 18, 30007 Murcia - Tel. 968 90 84 22 - Email pedidos: masquecole.blog@gmail.com
Mostrando entradas con la etiqueta Niños. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Niños. Mostrar todas las entradas

jueves, 6 de septiembre de 2018

Española, murciana y artesana ¿qué más se puede pedir?


El alegato que vais a leer lo he realizado ya otras veces sirviéndome, y quizás abusando, de la confianza y familiaridad que me ofrecen esas grandes mujeres que son Juani y Loles. Mujeres TRABAJADORAS, LUCHADORAS Y EMPRENDEDORAS (todo ello con mayúsculas) y que además deben hacer malabarismos para gestionar su tiempo entre "Más que Cole" , el bar familiar "Gran Vía" (por favor pasaros por ahí si no lo conocéis y veréis lo que es comida murciana hecha con cariño y respeto hacía nuestra maravillosa tierra. Os enganchará, seguro) y la vida familiar. Madres excepcionales que trabajan las horas que haga falta, a las que siempre veréis con una sonrisa, ofreciendo lo mejor de ellas mismas y ganándose el cariño de tod@s.
Tuve el inmenso honor de empezar a realizar pequeñas cositas de artesanía para su tienda hace años. Su apoyo y su aliento han sido siempre incondicionales y abierto a todo lo que iba proponiendoles, desde las camisetas pintadas a mano, cajas regalo, trabajos con flores preservadas pasando por  infinidad de complementos (cinturones, bolsas, cojines prendidos para el pelo...)
No es nada fácil dedicarse a la artesanía hoy en día. Me encanta realizar cosas con mis propias manos, imaginar, crear, dar forma y color. Como yo disfruto lo hacen tod@s los que se dedican a este trabajo pequeño, delicado y que pasa prácticamente desapercibido, porque si no nos gustara, si no lo amaramos ¿quién trabajaría por cuatro euros la hora (a veces menos)?  Pues la respuesta es: nadie. Salvo los artesanos.
He tenido estos días mi mesa de trabajo hasta arriba de lazos, hilos, flores, fieltro, botones y un larguísimo etcétera. He procurado que los complementos para el pelo respeten y jueguen con las tonalidades de los once centros escolares que la tienda ofrece. Cada una de esas pequeñeces que he realizado son únicas (no me gusta repetir).
Hice un listado de los colores que cada uniforme lleva y fui haciendo docenas de combinaciones para que resultaran bonitos, originales y hasta con la posibilidad de personalizarlos con iniciales. Han sido muchas horas pero insisto, me encanta crear cosas que pongan color a la vida ( la vida no es solo sabor) Igualmente hice con los hilos para bordar los babis con los que imagino que escribo sobre la tela como si de una página en blanco se tratará.
Le pongo mucho, pero que mucho cariño a todo lo que hago, os lo aseguro y soy horriblemente perfeccionista (hasta que no estoy al 100% satisfecha con el resultado no paro de retocar)
Y ¿por qué este discurso? Porque os pido una oportunidad para todos los que trabajamos en este gremio que existe históricamente desde siempre. Una oportunidad para demostraros que valemos, que trabajamos por y para alguien con nombre, con rostro.
Hoy en día es difícil competir con los artículos baratos de tiendas chinas o grande almacenes pero nuestro trabajo no está hecho en serie, cada pieza es única, hecha con amor y en nuestra tierra. Esta hecho en nuestro país y en nuestra Murcia. ¿Por qué nos atrae tanto lo de fuera cuando tenemos tanto, tan variado y maravilloso en casa? Si aquí todos somos familia ¿por qué no cuidamos los unos de los otros?
Cada articulo artesano es una pequeña muestra de un trabajo no valorado, no remunerado y apenas reconocido y que encima lleva el aroma de nuestro azar y el orgullo de ser "Hecho en España" (nada de "made in Spain" que somos españoles ¡y a mucha honra! Defendamos nuestro precioso y extenso idioma)
Yo, y hablo, seguro, en nombre de muchos, nos duelen las manos al final del día de tanto trabajar con ellas. Los ojos se cansan y escuecen de tanto fijarlos, casi siempre con luz artificial y a veces no podemos evitar pequeñas quemaduras por trabajar con silicona caliente o algún pinchazo de aguja (y ni somos la Bella Durmiente ni tenemos príncipe azul que nos salve) pero disfrutamos con lo que hacemos , no decae nuestro entusiasmo y la esperanza de que, quizás algún día ,a la labor de tantos y tantos artesanos de este país (y que cada vez por desgracia son menos) , y de la querida Murcia,  se les de la oportunidad que, creo, nos merecemos.
Esta entrada del blog va dedicada, con todo mi cariño y admiración, a todos aquellos que trabajan con sus manos creando belleza y a los que creen aún en los sueños.

Firmado: Ángela, española, murciana y artesana por vocación











lunes, 25 de abril de 2016

¿Solo vas a cambiar tu armario?

Estos días estamos ocupad@s cambiando la ropa de los armarios.
Los abrigos, los sueters de lana, las botas, las bufandas...todas las prendas de abrigo son sustituidas por las camisetas, sandalias, pantalones cortos y faldas livianas propias del buen tiempo.
Los colores oscuros e invernales dan paso a la alegría de los colores claros.
Muchas veces nos limitamos a meter en cajas y fundas lo que año tras año sacamos y metemos, porque ya no estamos en época de crecer, ni de gastar y, por qué no, porque esperamos también no engordar, o incluso perder algún kilito para ver si la próxima temporada nos podemos enfundar de nuevo en esos pantalones que se nos han resistido este año. Poco cambia de nuestro atuendo de un año para otro.

Este simple ejemplo del cambio de armario es una buena metáfora para valorar lo que ocurre en el "gran armario" de nuestras propias vidas.

Es curioso, en este año de celebraciones sobre el aniversario de Cervantes, con todo lo que hablamos del "ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha" que poco queda ya de la esencia quijotesca. Ya no hay Quijotes que quieran luchar contra molinos de viento, defender damas en apuros y vivir según nobles ideales.
Ya no queremos cambiar nada de nada, somos tan aplastantemente realistas que antes siquiera de empezar a pensar en cambiar algo hemos tirado la toalla y dejado que sean otros los que intenten mejorar el mundo, curiosamente nuestro mundo, ese escenario en el que todos tenemos nuestro "papelito".

Y es triste, ¡porqué hay tanto que cambiar!
Contemplamos las injusticias desde nuestro lugar seguro, como los toros desde la barrera. odiamos comprometernos, odiamos mojarnos, odiamos tomar partido. Vivimos permanentemente en "tierra de nadie".

El año pasado por estas fechas mi familia vivía una situación dura, injusta, y porque no decirlo, cruel. Una situación provocada por la Dirección de un colegio (y de nuevo recurro a Cervantes) "de cuyo nombre no quiero acordarme" y ante la que nos sentimos increíblemente solos. La frase que más escuchamos fue "estamos con vosotros, pero yo no he dicho nada..." (había, y hay, miedo a posibles represalias).
Este año vuelvo a ver con impotencia como otra familia sufre la tiranía de aquellos mismos que seguirán haciendo daño mientras no se les corten las alas, mientras no perdamos el temor y decidamos que esto tiene que cambiar.
Y mientras tanto nos iremos a dormir disculpándonos a nosotros mismos porque "yo no puedo cambiar nada" y pidiendo que la próxima no nos toque a nosotros porque "esto no hay quien lo cambie".
Y si dices "pues hay que intentar cambiarlo" te miran como si estuvieras loca y hubieras perdido el juicio, como si fueras el Caballero de la triste figura, como si pensar siquiera en cambiar lo que no está bien fuera el más grande de los actos de insensatez.

Y así vamos, como pollos descabezados, dando tumbos por la vida. O como esos tres monos sabios "ver, oír y callar" y encerrándonos bajo siete llaves para protegernos y que nada ni nadie enturbie nuestra paz y armonía.
Y así dejamos pasar la vida sin intentar siquiera mover un dedo por temor a convertirnos en un descerebrado con la absurda y peregrina idea de querer cambiar las cosas.

Nadie dice que sea fácil. No hace falta ser un héroe, ni un mártir, hay personas anónimas que han aunado esfuerzos, luchado y logrado que pequeños cambios que parecían inviables sean ahora hermosas realidades.
¿Qué ejemplo le estamos dando a nuestros hijos si no les enseñamos con nuestras acciones valientes y honestas que vale la pena intentar cambiar lo dañino y transformarlo en algo que merezca la pena ser recordado?
O es que, ¿vamos a estar toda la vida cambiando solo armarios de temporada?
La verdad, prefiero ser Don Quijote luchando contra molinos de viento que vivir en un frío caparazón sin despeinarme ni mojarme.

Feliz tarde de lunes y feliz semana
¡Ah! y no olvidar cambiar un poquito este, a veces, triste mundo. Nosotras hemos empezando poniéndolo color, ritmo y muchas dosis de ilusión.









lunes, 11 de abril de 2016

¡Chapeau!


En nuestra lengua española tenemos una expresión para evidenciar el respeto que sentimos por alguien. Esta expresión es la de "quitarse el sombrero", para los franceses "chapeau".
El origen de esta frase hecha lo encontramos retrocediendo siglos atrás, cuando los caballeros, al saludar a una persona a la que guardaban respeto, se descubrían la cabeza en señal de deferencia. 
Este gesto de quitarse el sombrero se hacia en el ritual del saludo, en las presentaciones, ante las señoras...

Obviamente los tiempos han cambiado y ya apenas encontramos caballeros con sombreros (aunque alguno queda todavía) y ya no practicamos el bello arte de rendir respeto con un gesto tan grandilocuente como quitarse el sombrero.
Pero como en "Más que cole" a veces nos dejamos llevar por la nostalgia  vamos a descubrirnos ante algunas personas que merecen un enorme ¡chapeau!, porque sí, porque la admiración y el reconocimiento es un gesto que practica poco nuestra sociedad y es siempre la manera más elegante de decir gracias. 

"Nos quitamos el sombrero" ante todos aquellos que siguen creyendo en que la paz no es una utopía y siguen  trabajando para alcanzarla.

"Nos quitamos el sombrero" ante todos aquellos que dejan su país, su hogar, su familia para viajar a lugares donde la pobreza , el hambre y la enfermedad devastan a poblaciones enteras.

"Nos quitamos el sombrero" ante todos aquellos que luchan por defender la justicia, que no toleran ningún tipo de injusticia por pequeña que sea y que no tienen miedo a alzar la voz para proclamarlo

"Nos quitamos el sombrero" ante todos aquellos que protegen la infancia, que desean que la niñez sea la etapa más dichosa y feliz de todo ser humano.

"Nos quitamos el sombrero" ante todos aquellos que no miran el color de la piel, ni les importa el lugar de nacimiento ni las ideologías religiosas o políticas.

"Nos quitamos el sombrero" ante todos aquellos que se levantan y se acuestan todos los días con una sonrisa en los labios y reparten alegría a su alrededor.

"Nos quitamos el sombrero" ante todos aquellos que su generosidad hace más fácil la vida de los demás y que no necesitan ningún reconocimiento.

"Nos quitamos el sombrero" ante todos aquellos que hacen más bella la vida, que ponen color, magia, música e ilusión para que el caminar de todos sea más grato y agradable.

"Nos quitamos el sombrero" ante todos aquellos que pasan necesidades y son capaces de levantarse cada día y seguir luchando sin desfallecer.

"Nos quitamos el sombrero" ante todos aquellos que plantan cara a la enfermedad y no aceptan la derrota

"Nos quitamos el sombrero" ante todos aquellos que lo pierden todo y tienen que empezar de nuevo desde cero,

"Nos quitamos el sombrero" ante todos aquellos que reparten amor y cariño a pesar de haber visto la cara más fea y cruel de la vida.

"Nos quitamos el sombrero" ante todos aquellos que siguen esperando a que, aunque se haya cerrado una puerta, se abra alguna ventana, por pequeña que sea.

Es bonito darse cuenta que en mitad de este loco mundo lleno de horrores todavía hay muchísima gente buena ante la que quitarse el sombrero. Esto nos demuestra que no todo está perdido.

Como somos una mezcla de tradición y modernidad, ¿qué tal si cambiamos el sombrero por una gorra que es más actual?
Pues nada, hecho. Y ahora a quitaros "la gorra" ante aquellos que admiráis y , por favor, ponérosla enseguida que el sol empieza a apretar.

Feliz noche

http://es.wikihow.com/usar-una-gorra-snapback








lunes, 14 de marzo de 2016

La Madonna de las calles

Se acerca el mes de mayo, el mes de las flores a María y el mes por excelencia de las comuniones.
Casi todos conservamos algún recuerdo guardado o escondido, algún detalle que nos hace sonreír cuando volvemos atrás la vista al día de nuestra Primera Comunión.
Algunos recordaran el traje que llevaban, otros los nervios, alguna anécdota de la celebración, otros aquel regalo que tanto esperaban aunque fuera sólo en forma de un simple balón.
Yo recuerdo los papeles de periódico que mi madre nos puso a mi hermana y a mi para rizar las puntas del pelo la noche anterior. Recuerdo que al moverse aquello eran incomodo y un poco ruidoso, pero eso sí, ¡se nos quedo un pelo precioso!.
No olvidad que en "Más que cole" podéis encontrar camisones para las niñas (aunque no es necesario ponerles papelitos en el pelo) y ropa interior para "acompañar" los nervios y la alegría de vuestros hij@s en este día.

También casi todos guardamos algún recordatorio de nuestra Comunión. Los recordatorios siguen ahí a pesar de lo mucho que se han transformado las Comuniones. Antes eran días muy familiares, con poquita gente, de la iglesia a tomar algo en la casa del comulgante y poco más. No habían payasos, ni magos, ni bolas, ni enormes tarta de chuches, ni regalitos para los invitados, ni listas de comunión, ni grandes celebraciones.
Pero a pesar de los cambios la ilusión de los niños sigue estando presente y eso no debe perderse.

Uno de los recordatorios de mi Comunión llevaba la imagen de la famosa "Madonnina". Esa dulce Virgencita es una de las favoritas de mi madre, y a ella va dedicada esta entrada de hoy.

Hoy os voy a contar una historia. Una historia preciosa escondida durante muchos años detrás de este cuadro.

Angelina Cian y Antonio Bovo eran una jovencísima pareja que se casaron en Venecia y que en 1906 emigraron a Estados Unidos.
Tuvieron 10 hijos y cuando Angelina enviudó el menor de sus hijos solo contaba 6 meses. Sola, sin apenas dominar el idioma y lejos de su familia intentó sacar adelante a su familia. Pero las numerosas dificultades hicieron mella en esta mujer que sufrió una terrible crisis nerviosa por la que fue ingresada en un hospital psiquiátrico, en el que permaneció en el resto de su vida, y donde murió en 1972 a los 85 años de edad.
Los cuatro hijos más pequeños fueron ingresados en un orfanato y algunos repartidos por familias adoptivas. Uno de ellos era María, de 8 años de edad, que permaneció en un orfanato católico y donde sintió la llamada a consagrar su vida a Dios. Tras ingresar en la Orden de San José de Carondelet adoptó en nombre de Sor Ángela Marie.
Interesada por conocer algo sobre sus orígenes, Sor Ángela marchó a Venecia donde no paró hasta localizar a dos hermanas de su madre: Elisa y Giulia. Esta última aún vivía en la casa donde se habían criado los 14 hermanos de la familia Cian.
La tía Giulia descolgó un cuadro de la pared con la famosa imagen de la "Madonnina" y se lo mostró a Sor Ängela diciendo "esta es tu madre". Ella le contestó "sí, ya lo se", pensando que se refería a la Virgen María. Pero la tía insistió "no, no, esta es tu verdadera madre". Y entonces le contaron la historia de tan enternecedor cuadro.

En 1896, en los alrededores de la región de Padua, un joven artista, Roberto Ferruzzi, vio a una joven campesina, Angelina Cian, que con tan solo 11 años cuidaba de su hermanito. Ferruzzi quedó impresionado por la belleza y el candor de la escena y le preguntó a la niña si podía dibujar su retrato. Ella accedió  y posó para él dando origen a la famosa pintura.
Ferruzzi no tenía intención de hacer un cuadro de la Virgen, pero como la niña parecía una pequeña Madonna lo llamó la Madonnina.
Cuando Angelina llegó a casa le contó su pequeña aventura a su madre pero esta le pidió que lo guardara en secreto, ya que no se veía bien que una joven posara para un artista.
Angelina mantuvo su palabra y se llevó su secreto a la tumba 74 años después.

La pintura se exhibió y ganó la Segunda Bienal de Venecia de 1897. Tras la exposición se pierde el rastro del original que ha llegado hasta nuestros días por medio de cientos de réplicas.
A medida que obtuvo fama mundial se le llamó cariñosamente "La Madonna de las calles".

Bonita historia ¿verdad?. Una muestra más de que detrás de toda imagen, siempre, siempre hay una historia interesante por conocer.

¡Feliz inicio de semana!

     













miércoles, 3 de febrero de 2016

¡Viva los 50!

Las modas vienen y van. Hemos rescatado alguna de las prendas punteras de los 50, como las chaquetas universitarias con iniciales, logos y coderas.
En "Más que cole" nuestros niños pueden volver a esta tendencia por muy poco precio.
No solo os ofrecemos las chaquetas sino también pantalones a juego muy cómodos y combinables. Los precios de estos conjuntos están en torno a los 18 euros.
Para animaros con esta idea recuperamos un ayer y un presente de una de las películas, ambientada en estos años 50, más famosas e imitadas del cine. ¿Adivináis cual es?
Feliz día









domingo, 10 de enero de 2016

Esos pequeños genios llamados niños

En "Más que cole" nos encantan los niños. Una gran parte de nuestra tienda esta dedicada a ellos.
No es necesario vestirlos con marcas, sabemos que ellos son su mejor marca de identidad. Que lo que son en su interior es mucho más importante que lo que se ve y se admira en su exterior.
Pero nos gusta verlos guapos, verlos crecer y que adquieren sus propio estilo a la hora de vestir. Nosotras queremos que nuestra tienda sea un lugar donde os acerquéis solos o con vuestros hijos y busquemos juntos esa prenda que se adapte a su estilo y que os vayáis satisfechos.

Os queremos dejar un enlace que habla de lo importante que es apoyar y creer en nuestros hijos.
Porque ser padre es una aventura maravillosa y que se vive día a día.
¡Ánimo y os esperamos!

http://www.bebesymas.com/educacion-infantil/los-genios-a-los-que-la-escuela-no-ayudo-la-importancia-de-creer-en-los-hijos