Más Que Cole

Más Que Cole
C/ Jorge Guillén 18, 30007 Murcia - Tel. 968 90 84 22 - Email pedidos: masquecole.blog@gmail.com
Mostrando entradas con la etiqueta Madre. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Madre. Mostrar todas las entradas

lunes, 2 de mayo de 2016

Lo que les gusta a las madres

Ayer fue el Día de la Madre, así que desde "Más que cole" ¡felicidades mamas!
Os felicitamos con un día de retraso, es cierto, pero también es cierto que para las madres todos los días son ocasiones excelentes para sentirnos felices por el simple hecho de ser eso, madres.

Ayer muchas recibiríais algún regalo o detalle de parte de vuestros hij@s. Desde las clásicas flores pasando por alguna prende de vestir o accesorio, hasta algún pequeño electrodoméstico o alguna joya.
Todos esos presentes seguro fueron recibidos con cariño y una sonrisa y quizás también muchas de vosotras oísteis esa frase "es que no sabíamos que comprarte"
Pero es que tienen algo de razón porque a veces no es fácil regalarnos y es que...¿qué es lo que le gusta que le regalen a una madre?

Curiosamente lo que deseamos las madres no se compra con dinero.
Os daremos algunas pistas.

¿Recordáis esos dibujos qué de pequeños nos hacíais con un monigote grande (nosotras) y otro más pequeñito al lado (vosotr@s)? Los rodeabais de corazoncitos y poníais, con letra todavía torpe y algo ilegible, "te quiero mamá".
No eran grandes obras de arte, pero os aseguramos que han provocado más emociones que cualquiera de las obras que cuelgan en las grandes pinacotecas. Esos dibujos, simples e inocentes han arrancado muchas lágrimas, y seguirán haciéndolo porque reposan en algún rincón para que, como dice Serrat, nos hagan "que lloremos cuando nadie nos ve".
Y ¿por qué?, porque sabemos que esos si son regalos únicos e irrepetibles. Regalos hechos desde la inocencia, sin pudor y vergüenza, con todo el amor y la sinceridad de vuestros primeros años. Luego crecéis y ya no os gusta el beso en la puerta del cole, ni que os vean llegar acompañados de mamá. Os hacéis mayores, y nos gusta, pero ya somos conscientes que ahora en "vuestros dibujos" hay espacio para mucha más gente y que nosotras seguimos ahí pero más pequeñitas.

A las madres nos gustaría que nos regalaran el don de parar el tiempo.
Lo pararíamos en alguna mañana de Reyes solo por saborear, deleitarnos y grabar en nuestra memoria, para que nunca se pierdan, esas expresiones de alegría y felicidad que derrochabais en esos instantes maravillosos en que todavía creíais en la magia.
Lo pararíamos en esos instantes que empezabais a andar y a descubrir el mundo y todo era nuevo.
En esos momentos de juego con los primeros amigos.
En vuestra cara de asombro al pisar por primera vez la arena de la playa y en esas horas largas y felices haciendo castillos de arena que luego las olas se llevaban.
Lo pararíamos cuando os contemplábamos dormir después de un largo día y parecíais pequeños ángeles que irradiabais paz. Sabéis, incluso cuando crecéis nos gusta todavía observaros y sentir que, aunque os sintáis muy mayores, seguís siendo "nuestros niñ@s".

A las madres nos gustaría que nos regalarais horas y horas de grabaciones con todos los "mamis te quiero" dichos con media lengua y con todas las cosas maravillosas que siempre hemos escuchado de  vuestras bocas. Vuestras fantasías, vuestros proyectos, vuestras inquietudes, vuestras confidencias...todo aquello que os ha ido forjando como personas únicas y especiales.
Horas de risas, jaleo por las habitaciones y canciones para no sentir nunca el silencio triste cuando abandonáis la casa.

A las madres nos gustaría un tarrito con ese aroma de cuando erais bebes. Ese perfume increíble de vida recién estrenada mezclada con Nenuco. Ese aroma que inundaba todos los rincones de la casa y que no tiene ni remotamente punto de comparación con los mejores perfumes del mercado. Ese perfume que arrancaba sonrisas de auténtica felicidad.

A las madres nos gustaría poder acariciaros siempre las manos e infundiros tranquilidad como cuando erais pequeños y creíais a pies juntillas que mamá siempre podía protegeros de todo lo malo. Hemos visto crecer esas pequeñas manitas que cogían con fuerza nuestro dedo. Esas manitas que no querían soltarnos cuando empezabais a caminar. Que hemos cogido para calmaros en enfermedades, caídas, vacunas, incluso en alguna pesadilla. Esas manitas que se han convertido en manos fuertes y que algún día tendréis que tendernos a nosotras para ayudarnos entonces en los pasos difíciles de la vejez.

A las madres nos gustaría tener siempre a mano uno de vuestros maravillosos abrazos, esos que  nos hacen sentirnos únicas e irreemplazables. Uno de esos abrazos que no nos hagan sentir miedo cuando crecéis y voláis y salís por la noche y ya o tenemos esa sensación de tenerlo todo controlado y ya no podemos dormir hasta que os oímos entrar.
Un abrazo que nos consuele cuando os sentimos lejos y pasamos por vuestra habitación vacía y se nos rompe un poquito el corazón porque ya vivís vuestra propia vida.

Y a las madres nos gustaría que entendierais que SIEMPRE, SIEMPRE vuestras alegrías son mucho más valiosos para nosotras que las propias.
Que vuestras desilusiones, tristezas y fracasos son lo que más duele a nuestros corazones.
Que no hay nada que nos haga sentir más orgullosas que vuestros triunfos, vuestros logros, vuestros progresos y vuestro esfuerzo (este recompensado o no)
Que nos emociona hasta decir basta veros crecer san@s y convertiros en grandes personas.
Que nuestro único deseo y nuestro mejor regalo es veros felices.
Que vosotros sois lo mejor de nosotras, porque sois los mejores pedacitos que teníamos y que con gusto y amor os entregamos al daros la vida.
Y que si tuviéramos que elegir un momento, uno solo, escogeríamos ese en que vimos vuestra carita por primera vez y supimos a ciencia cierta que solo por el hermoso don de ser vuestra madre nuestra vida ya había merecido la pena ser vivida.

¿Os parecen suficientes motivos para sentirnos madres felices todos los días de nuestra vida?

Desde "Más que cole" un millón de besos para todas las mamás que han dado, dan y darán su corazón y lo mejor de ellas para criar y ver crecer a sus hij@s.
Felicidades.




martes, 8 de marzo de 2016

Hoy NO es el día de la mujer trabajadora

No, hoy no es el día de la mujer trabajadora.
Hoy es el día de los millones de mujeres en el mundo que saben que las cosas importantes de la vida CUESTAN TRABAJO, y que a pesar de ello luchan, se esfuerzan y ponen muchísimo amor para que el mundo, y cada uno de los pequeños mundos en que nos desenvolvemos, sean mejores, más alegres, justos y llenos de amor.

Hoy es el día no sólo de las mujeres que trabajan por un salario, hoy es el día de las mujeres, de todas las edades, que saliendo de su área de confort hacen que todo a su alrededor sea más fácil y más sencillo, aunque CUESTE TRABAJO.

Porque cuesta trabajo ser la voz de la sensatez en mitad de la locura, y ser cálida en mitad del frío, y reposo en mitad del cansancio y calma en mitad de la tormenta y consuelo en mitad del dolor y fuerte en mitad de la enfermedad.

Y cuesta quitarte de una misma y privarte de mucho para ayudar un poco, y ser abuela, madre, hija, compañera y amiga sin perderte a ti misma en el intento.

Y sacar una casa adelante con un suelo indigno, o sin sueldo, y poner un plato de comida, calor, esperanza y una caricia.

Y cuesta trabajo mantener la esperanza cuando los hijos sufren, y animar a todos, y ser positiva a pesar del miedo y tener siempre una sonrisa aunque el sol se esconda.

Y tirar para adelante aunque no puedas más y convertir tu casa en un hogar en mitad de un infierno.

Y saber los gustos, temores, ansias y esperanzas de todos los tuyos para que encuentren en ti siempre un puerto seguro.

Y cuesta trabajo caer, levantarse y volver a la lucha porque debe ser el ejemplo y el espejo donde se miren los tuyos.

Y cuesta aprender y enseñar que cambiar el mundo no debe ser una utopía.

Y cuesta trabajo ver envejecer a los padres y convertirte en un poco madre de ellos, y cuesta que un día los hijos se alejen y soltarles de la mano, animarles a volar solos y curarles las heridas en sus caídas.

Y cuesta trabajo reinventarse, adaptarse, amoldarse, fusionarse, separarse, reencontrarse en las múltiples etapas de la vida.

Por todo ello y por ello hoy es el día de todas las maravillosas mujeres que sonríen, lloran, luchan, esperan, sueñan, desean y aman cada uno de los días de su vida, aunque muchas veces CUESTE TRABAJO.

Felicidades a todas.